Que
competencias señaladas en la lectura tiene tu maestro ideal
La mayoría de los estudiantes hemos pasado por muchas clases a lo
largo de nuestra trayectoria académica teniendo muchos profesores, a mí modo de
ver, unos buenísimos y otros no tan buenos. Los mejores me marcaron
especialmente y siempre los llevare en la memoria e incluso en el corazón.
Para todos nosotros, tanto alumnos como docentes, estos ejemplos
suponen un material vivencial fantástico para la reflexión acerca de cuál es el
perfil del profesor ideal. Recordando a nuestros mejores profesores veremos que
características nos interesa que tenga un docente, mientras que analizando
aquellos que no eran tan buenos, seremos conscientes de cómo no se debe actuar
dentro de la enseñanza.
Creo firmemente que todo profesor debe implicar a
los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo, dado que la clave de todo
proceso educativo, consiste en implicar profundamente al alumno como protagonista de su propio crecimiento.
Son numerosas las ventajas que proporciona el trabajo en equipo
del profesorado, ya que además de los beneficios que aporta al alumnado, mejora
las relaciones personales y sociales potenciando al máximo el desarrollo
profesional.
En mi opinión, la educación por ser dinámica, no necesita maestros
perfectos sino maestros que busquen constantemente
renovar sus conocimientos con el propósito de desarrollar capacidades que se adapten tanto a la sociedad actual como a los escenarios
educativos.
En definitiva, si de la mano de Perrenaut aceptamos que “una competencia es una capacidad de acción
eficaz frente a un conjunto de situaciones, que uno logra dominar porque
dispone, a la vez, de los conocimientos necesarios y de la capacidad para
movilizarlos positivamente en un tiempo oportuno, con el fin de identificar y
resolver verdaderos problemas”, encontraremos que ellas no se convierten en
un objeto directo de enseñanza sino en una práctica cotidiana cuyo lugar
efectivo son los aprendizajes escolares.
Cuales
no tiene y después de la lectura añadirías
Después de llevar a cabo una lectura minuciosa del artículo, he
podido comprender la importancia de trabajar como docentes las nuevas
tecnologías y la gestión dentro del centro, dado que son aspectos fundamentales
para poder llevar a cabo nuestra práctica educativa.
La tecnología está presente en todo lo que nos rodea, desde
nuestro trabajo, nuestra comunidad, nuestra familia, nuestro hogar… en fin todo
lo relacionado con la vida cotidiana. Sin embargo en el sector de la
enseñanza, vemos que muchas escuelas no tienen los recursos necesarios para integrar la
tecnología en el ambiente de aprendizaje.
Los futuros profesores, al terminar la carrera deberíamos saber
utilizar las nuevas tecnologías, pero sobre todo saber cómo aplicarlas para
enseñar, es decir, como estrategia pedagógica dentro de las aulas.
Cuando se trata de la competencia tecnológica del futuro docente,
es importante advertir que nos encontramos con estudiantes con habilidades bien
distintas, asociadas por lo general a sus actitudes hacia las TIC. Somos en
gran medida una generación reacia a aprender, no hemos tenido la oportunidad de
crecer con esta herramienta sino que ha ido incorporándose al mundo de forma
gradual sin ser conscientes de la repercusión que ha creado en nuestros días.
La velocidad con la que los cambios tecnológicos se han ido
sucediendo y la rapidez con la que otras innovaciones virtuales están llegando,
no solo influyen en la formación de los estudiantes o profesores, sino que
también salpica en la gestión de las escuelas, ya que no se tienen las
competencias necesarias para afrontar los posibles problemas.
Indudablemente, este descubrimiento puede ofrecer mejores
oportunidades para aprender, e incluso para mejorar la calidad de vida de las
escuelas, puesto que puede ser una herramienta útil para crear entornos muy
flexibles de formación y puede contribuir a la igualdad de oportunidades en
cualquier ámbito.
Finalmente, pienso que el maestro debe incorporarse y contribuir
tanto en el funcionamiento del centro como en el proceso de la integración de
las nuevas tecnologías. No solo porque sean características que yo en un primer momento no tuviera en cuenta, sino porque cuando observas a tu alrededor todo o la gran mayoría de cosas funcionan a través de la tecnología, por ello, creo fundamental que ésta sea una tarea de enseñanza aprendizaje en las aulas.
Hay
alguna competencia que tenga tu maestro ideal y que no salga en la lectura
La educación provee a los alumnos las herramientas
básicas para su socialización presente y futura, de ahí la importancia de
recibir una enseñanza basada principalmente en la moralidad y en la
flexibilidad ante las diversas circunstancias.
Personalmente, creo que es esencial que durante la aventura
académica el profesor proponga actividades en las cuales se vivan experiencias que desarrollen las competencias
personales de alumnos al igual que las suyas propias, ademas de adquirir conocimientos que mantengan viva
la motivación de seguir aprendiendo.
Por ello, es fundamental que los actuales profesores aparte de
transmitir conocimientos puedan
también ser la brújula que nos orienten
a descubrir qué hacer con lo aprendido, sin promover la competitividad y la
rivalidad que se impulsa dentro de las aulas para recibir las mayores
condecoraciones.
En mi opinión, una competencia indispensable para ser un buen
profesor, es que éste lo haga desde el interior, dado que es algo vocacional,
ya que ser maestro es crecer como persona, es enseñar a ser humildes, a ser
compañeros, a no ser superficiales… la formación evidentemente es
imprescindible, pero nunca puede faltar la vocación del profesor hacia su
forma de vida, ser docente.
En definitiva, creo que a pesar de que muchas veces describimos a nuestro maestro ideal, creo que nunca podrá haber un maestro ideal, ya que cada persona tiene sus cualidades innatas y cada grupo tendrá sus características propias e individuales. Por ello creo, que cuando se trabaja como profesor la mayor cualidad que se debe tener es ser flexible ante los cambios.
Define
un maestro competente
Cada día la educación, exige con más fuerza la formación de profesionales, por ello la importancia de definir un maestro competente, ya que si se está al corriente de las cualidades que se le atribuye será más fácil trabajar para adquirir dichas competencias.
Ser un maestro competente no es más que tener estrategias para resolver con eficacia los contratiempos cotidianos que aparecen dentro de la escuelas. No podemos olvidar el compañerismo, las actitudes que se reflejen en dichas relaciones, la comunicación que se establezca con los pequeños... dado que las habilidades sociales, son fundamentales en el periodo de educación infantil, pero para enseñarlas lo primero que debemos hacer es servir como ejemplo, desde mi punto de vista son indicadores que definen de forma física a un maestro competente.
En definitiva, un profesor
competente debe ofrecer a sus alumnos la oportunidad de pensar libremente, de relacionar ideas, de ponerse en el lugar de otros seres humanos, sacar su imaginación y su creatividad...
Cinco
cosas que quieras mejorar como maestra después de la lectura
Desde hace décadas,
la familia siempre ha sido un pilar fundamental en la vida de cualquier
individuo, pues a partir de ella aprendemos a funcionar en el mundo de hoy, aprendemos
a socializarnos, a valorar las pequeñas cosas… nos enseña a en enfrentar los
retos que nos depara la vida, ya que ante todo nos sentimos protegidos, es sin
duda el motor que nos da fuerza a lo largo de nuestros días.
Cuando
entramos en el mundo de la educación, la familia cobra especial relevancia dado
que es tan importante que solo por el hecho de ser ese primer agente de experiencias
que tiene el niño, el docente debería atenderla desde una perspectiva cercana,
sin jugar la forma en la que cada uno puede llegar a educar a sus hijos.
Como docentes,
debemos ofrecerles las estrategias adecuadas para que entre la escuela y la
familia podamos educar al niño con coherencia, sin entrar en rivalidades
absurdas que desde luego desprestigiaría a la escuela y además desorientará a
los niños en su camino, porque no debemos imponer nuestras reglas, sino buscar
entre todos normas que se adecuen a las expectativas marcadas.
De todas formas,
no tenemos que restar importancia al trabajo en equipo que se lleva a cabo
dentro de las escuelas, ya que si éste no funciona correctamente se producirá
la misma inestabilidad que se tendría sino se tiene en cuenta a las familias. Nuestra
prioridad, son los alumnos, y solo por ello no debemos buscar rivales a la hora
de enseñar sino fortalecer el aprendizaje con ambas aportaciones y un trabajo
consensuado.
Cuando me
pongo a pensar en el trabajo en equipo, me resulta triste contemplar la labor
que realiza la pareja educativa dentro de las aulas. En lugar de partir de una
metodología consensuada, de una coordinación en el trabajo, de críticas compartidas…
parten de una competencia común que les impide prosperar tanto a nivel
profesional como personal, interrumpiendo el aprendizaje positivo de los
pequeños, ya que como bien sabemos los niños son esponjas y absorben aquellas
cosas implícitas que son negativas y no
benefician para nada la educación.
En definitiva, a la educación infantil le queda mucho camino que
recorrer para que los estudiantes o profesionales en activo se conviertan "los mejores" docentes, por este motivo, creo que debemos mejorar muchas cosas,
algunas ya las he mencionado en esta reflexión y otras poco a poco se irán
modificando, ya que estamos reaccionando hacia la problemática que arrastramos
desde años atrás.